En el marco del Programa de Justicia Restaurativa, se han llevado a cabo una serie de sesiones de preparación para los encuentros restaurativos entre víctimas y ofensores involucrados en delitos de violencia intrafamiliar y hurto calificado y agravado. Este proceso tiene como objetivo promover un diálogo constructivo y seguro, que permita abordar las consecuencias del daño causado y favorecer la reparación de las personas afectadas.
Las sesiones de preparación son una parte esencial del proceso restaurativo, ya que ayudan tanto a las víctimas como a los ofensores a estar adecuadamente preparados para el encuentro. A continuación, se detallan los objetivos específicos que guían este proceso de preparación para cada una de las partes involucradas.
Para la víctima, los objetivos son los siguientes:
- Empoderamiento: Se busca brindar a la víctima las herramientas necesarias para que pueda tomar decisiones informadas sobre su participación en el encuentro. Esto le permite sentirse en control del proceso y reafirmar su derecho a ser escuchada y respetada.
- Sanación: Las sesiones proporcionan un espacio seguro para que la víctima pueda expresar sus sentimientos, necesidades y expectativas. Este proceso contribuye a su sanación emocional, permitiéndole avanzar en su recuperación.
- Comprensión: Durante las preparaciones, se ayuda a la víctima a entender mejor los factores que pudieron haber influido en la conducta del ofensor, promoviendo una visión más amplia y comprensiva de la situación. Este enfoque favorece una respuesta emocional más equilibrada durante el encuentro.
- Preparación: Se trabaja con la víctima en el desarrollo de habilidades comunicativas y emocionales, facilitando que pueda participar de manera efectiva y constructiva en el encuentro restaurativo, expresando sus pensamientos y emociones de forma clara.
Para el ofensor, los objetivos de la preparación son los siguientes:
- Responsabilidad: Uno de los principales objetivos es fomentar la toma de conciencia por parte del ofensor sobre la gravedad de sus acciones y promover la aceptación de responsabilidad por el daño causado. Este proceso de autorreflexión es clave para su rehabilitación.
- Empatía: Se busca desarrollar en el ofensor la capacidad de comprender el impacto de sus acciones en la víctima y en la comunidad en general. Este ejercicio de empatía es fundamental para que el joven ofensor pueda reconocer el sufrimiento que ha ocasionado.
- Remordimiento: Las sesiones ayudan a que el ofensor pueda expresar su arrepentimiento genuino por sus actos y demostrar su disposición a reparar el daño causado. El remordimiento sincero es un paso crucial hacia la restauración.
- Preparación: Al igual que con la víctima, se prepara al ofensor con las habilidades comunicativas y emocionales necesarias para que pueda participar de manera respetuosa y constructiva en el encuentro. La preparación es clave para evitar conflictos y garantizar un diálogo positivo.
Este proceso de preparación, parte fundamental de la Justicia Restaurativa, busca garantizar que ambos participantes lleguen al encuentro con una mayor disposición para el diálogo, el entendimiento y la reparación. Los objetivos del programa son proporcionar a las víctimas un espacio para sanar y ser escuchadas, mientras que a los ofensores les da la oportunidad de asumir la responsabilidad de sus acciones y comenzar un camino hacia la rehabilitación.
El enfoque restaurativo, al centrarse en el diálogo y la empatía, no solo beneficia a las víctimas y ofensores, sino que contribuye a la reconstrucción de la comunidad, promoviendo la reconciliación y la paz social.